Por Alejandro A. Tagliavini*

                  Como era previsible, tras las fuertes caídas del jueves, el viernes continuaron los descensos en Wall Street, aunque a media sesión se moderaron. En particular la tecnología ha tenido su peor semana desde marzo. Así, el índice tecnológico NASDAQ 100 tuvo una caída semanal del 3,12%. El Dow Jones, cede un 0,56% desde el lunes. Y el S P 500 deja unas pérdidas del 2,31% en estas últimas 5 sesiones.

                     Y eso que los selectivos bursátiles comenzaron la semana cerrando su mejor mes de agosto en 36 años. Los tres principales índices comenzaron este viernes con signo mixto y moderación ante el positivo dato de desempleo en EE.UU. de agosto, pero los osos finalmente aparecieron. La tasa de desempleo cayó más de lo esperado el mes pasado al 8,4%. En cambio, se crearon 1,37 M de puestos de trabajo, menos de los pronosticados, lo que supone una de cal y otra de arena. La recuperación del mercado laboral se está produciendo a una lentitud frustrante.

                     El informe de desempleo cobra «especial relevancia» después del cambio de política monetaria de la Fed, cuyo objetivo será maximizar el empleo aunque tenga que «tolerar inflaciones superiores al 2%”. En fin, esperemos que esto aminore la velocidad de “estímulos” al mejor estilo keynesiano que supone dinero fresco para hoy e inflación y caída económica ni siquiera mañana sino en un rato.

                     El viernes, la bolsa de Nueva York registró la mayor corrección desde principios de junio, con el sector tecnológico encabezando los descensos: el Nasdaq 100 cerró con una caída del 5,2%. Y la cosa no parece muy alentadora para cuando termine el fin de semana largo -este lunes es feriado en EE.UU.-, y las acciones de Tesla, en particular, cayeron un 7% en el post mercado tras el cierre en Wall Street después de que, para sorpresa de todos, fuera excluido del grupo de empresas que se incluyeron al S&P 500.

                     Como se ve en el siguiente gráfico la recuperación de las economías globales se ralentiza, demostrando que los estímulos de los bancos centrales -léase, el “dinero helicóperto” keynesiano- está muy lejos de ser una solución:

                Y en este otro gráfico, twitteado por Daniel Lacalle, se ve que el comercio global cae porque las economías se van abriendo muy lentamente después de las cuarentenas y no alcanzan a recuperar el daño debido a las represiones estatales:

                     Y, finalmente. aquí puede verse que la proyección no es alentadora:

                  Con todo, y buscando de momento otras alternativas a las acciones y sin olvidar que el oro será siempre la inversión conservadora por excelencia, suena interesante el consejo de Barani krishnan sobre que, inestable la subida del oro y el petróleo, podríamos echarle un vistazo a los granos que se negocian en diferentes mercados bursátiles y bolsas siendo el principal el CBOT, o Chicago Board of Trade, que forma parte del CME o Chicago Mercantile Exchange donde es posible comerciar físicamente granos, así como con contratos de futuros y opciones.

              Por cierto, tratándose de granos hay que prestar especial atención a las condiciones climáticas y las catástrofes naturales que afecten a los países productores, y al consumo en particular el de China, que es el mayor país consumidor de soja, casi el 50% de las importaciones en todo el mundo y hoy es la economía que más crece dentro de las importantes.

              La soja y el trigo han sido los ganadores en los mercados agrícolas durante cuatro semanas consecutivas. Ahora disfrutan de un repunte que comenzó a mediados de año.

Soja, diario.

             Por su parte el maíz no venía tan bien pero, luego, sólo en agosto ha subido un 10%, el doble que la soja y más que cuadruplicando las ganancias del trigo.

Maíz, diario

              Los instrumentos de inversión más utilizados son los “futuros” de granos. Los de maíz en Chicago cayeron un 0,3% en términos semanales, tras un repunte del 10% en agosto. En el caso de la soja y el trigo, el panorama era mucho mejor. Los futuros de soja negociados en Chicago suben un 1,6% en términos semanales, subiendo por cuarta semana consecutiva. Desde finales de mayo, la soja ha subido un 15% en total.

               Los futuros del trigo de Chicago, por su parte, subieron un 2,6% en el conjunto de la semana, registrando la cuarta semana consecutiva de ganancias, al igual que la soja. Desde finales de junio, el trigo ha subido casi un 13%.

                En fin, en cuanto a la Argentina, según un informe de Abeceb, en el acumulado a julio, los 5 socios comerciales principales fueron Brasil (US$ 8.456 M entre importaciones y exportaciones), China (US$ 7.721 M), EE.UU. (US$ 4.435 M), Vietnam (US$ 2.198 M) y la India (US$ 1.945 M). Con esos 5 países, Argentina obtuvo un superávit total de US$9.573 M. Ahora, de enero a julio, la Argentina exportó a China un total de US$ 3.409 M, con la soja y la carne como productos de bandera.

                 Pero la economía sigue en caída libre lo que aumenta la desesperación del gobierno y, por tanto, la inseguridad jurídica e, irónicamente, la voracidad sobre el sector privado, sobre las personas como si no estuviera claro que a mayor voracidad estatal menor la producción. De modo que lo mejor es salirse.

                   En el siguiente gráfico de la consultora Invecq, se muestran las tasas de variación interanual de la actividad económica y de la recaudación real de los impuestos más ligados al ritmo de la actividad económica. Se ve una “recuperación” que en realidad no es tal, es decir, ya que cae en términos interanuales que es la comparación que vale dada la reciente cuarentena.

                               Es que el daño que implicó la represión estatal al mercado -cuarentena- resultó en la pérdida de capacidad productiva, con quiebras de empresas y destrucción de empleo.

*Asesor Senior en The Cedar Portfolio  y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California

@alextagliavini

www.alejandrotagliavini.com

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