Por Alejandro A. Tagliavini*
Argentina en caída libre. Según acaba de informar el Indec, la actividad económica cayó 11,6% interanual en agosto y tuvo un muy flojo crecimiento, de apenas 1,1%, respecto del mes previo, a pesar de que se han ido levantando restricciones a unas cuantas actividades. El panorama es francamente sombrío. El blue no tiene techo y ya ronda los $ 190 y se perfila hiperinflación.
Esto twitteó, Daniel Lacalle, uno de los economistas más influyentes del mundo:

Y a pesar de los esfuerzos del BCRA (y al Anses) vendiendo dólares y bonos, el CCL tampoco encuentra techo porque es la única manera “legal” de escaparle al peso y, para remate ahora se suma que se faciltan las inversiones para minoristas en Cedears, como cuenta Julián Yosovitch. Los depósitos en los bancos cayeron más de US$ 2.000 M en menos de un mes. Y para remate de la confianza, como señala uno de los mejores economistas argentinos, Roberto Cachanosky, «Guzmán hizo un papelón cuando dijo que no podía informar la cantidad de reservas líquidas. Es como cantar la falta envido con 4 porque si tenía lo iba a querer mostrar».
El gobierno cree -porque confunde inflación con aumento del IPC- que la ampliación de la brecha cambiaria retroalimenta las expectativas de devaluación en el mercado oficial, lo que dispararía la inflación. Es al revés, el cepo -como toda represión al mercado natural- provoca un aumento desproporcionado del blue ante la imposibilidad de poder comprar dólares “legalmente”. Y este aumento del blue se traslada a precios porque la economía real -no la que imagina el BCRA- está empujada por el precio del blue (muy buen Video “explicativo”).
De no existir el cepo ni el dólar oficial subsidiado, la inflación ocurriría en la misma medida -o menor, al no tener que emitir para sostener al oficial- y el dólar (blue y oficial) se ubicarían en un lugar intermedio.
Así las cosas, sigamos huyendo de Argentina y veamos adónde podemos ir. Europa sigue deprimida -obvio, con tanta cuarentena y segunda ola de represiones a los mercados- y este jueves prácticamente el único índice que subió, irónicamente, fue el FTSE londinense. El déficit del Reino Unido actualmente es de GBP 1.000 M ¡por día! Gran parte financiada por el Banco de Inglaterra (BoE).
Hace 15 años el titular del BoE, refiriéndose a cómo los bancos centrales pueden gestionar las expectativas para alcanzar sus objetivos, recordó el gol de Maradona contra la selección inglesa en México, 1986, que fue el resultado de una tremenda gambeta logrando despistar a los jugadores e incluso al arquero que esperaba el gol por otro costado. Fue el mejor gol del siglo XX según la FIFA. “La política monetaria funciona de manera similar, las tasas de interés del mercado reaccionan a lo que se espera que haga el banco central», explicó el titular del BoE.
Desde entonces se conoce a la gestión de expectativas como el “Efecto Maradona”. Pero, advierten muchos, el gol que sacó a Inglaterra del Mundial lo hizo con la mano, engañando al árbitro. La “Mano de Dios” provocó dolor y frustración a muchos aficionados ingleses. El «efecto Maradona» ha vuelto a primera plana de los medios británicos por las vueltas que le está dando el BoE a la posibilidad de aplicar tasas negativas que, hasta ahora, junto con la Fed, ha sido de los pocos en evitarlas.
Así que nos queda Wall Street, que viene floja, entre otras cosas porque se desvanecen las expectativas sobre un acuerdo en el Congreso para un nuevo plan de “estimulo” -léase, inflación, burbujas- antes de que se celebren los comicios. Por otro lado, los pedidos de seguro de desempleo cayeron la semana pasada, pero se mantienen en niveles que indican que la recuperación pierde impulso.
Por cierto, mucho se habla del sector tecnológico, pero hay otro sector muy interesante en el mediano y largo plazo. Le tengo gran admiración a Elon Musk -sin ser perfecto- por ser pro mercado y por su audacia demostrada, entre otras cosas, en su empresa SpaceX con la que está, literalmente, privatizando el espacio.
Mientras en esta tierra hay gobiernos que siguen como verdaderos idiotas peleando por territorios micrométricos comparados con el infinito universo y ridículos como Grabois delinquiendo por unas pocas hectáreas, en las últimas décadas, el progreso tecnológico ha suscitado un renovado interés por las actividades espaciales y hay una nueva carrera mundial en la que participan una multitud de agentes estatales y privados. El siguiente gráfico, según datos del Grupo Tauri, es muy elocuente:

Pero bueno, bajando a como están las cosas hoy, con tanto “dinero helicóptero” y las rebajas de las calificaciones crediticias corporativas en máximos históricos, ya casi que tenemos un trauma con el refugio por excelencia, el oro.
Recuerda James Rickards que se ha recuperado de USD 1.591/onza el 1 de abril a 1.907 hoy, casi 20% unos siete meses y esto es solo el comienzo. El oro se posiciona para nuevos máximos de más de $ 3.000/onza a corto plazo y mucho más en los próximos años. A USD 14.000 es posible para el 2026, asegura Rickards, promediando el desempeño de los dos últimos movimientos alcistas y ampliando la actual tendencia sobre esa base.
Es el precio no deflacionario implícito del metal precioso basado en la oferta monetaria M1 global y asumiendo un respaldo de oro del 40%. Por cierto, a los inversores les gusta decir que el precio del oro está subiendo (como en Argentina decir que sube el dólar), pero lo que realmente sucede es que el dólar se deprecia por exceso de emisión.
Obviamente, aumentan las compras de los bancos centrales (especialmente Rusia y China) y de los superricos, que suelen almacenar su oro en bóvedas privadas no bancarias en Suiza y otras jurisdicciones en donde existe cierto respeto por la propiedad privada. Como informa el World Gold Council en su Monthly central bank statistics las reservas de los bancos centrales han venido en aumento, según se ve en el siguiente gráfico con los últimos datos, del 30 de junio:

Si el oro bajó desde su pico de USD 2065 el 6 de agosto, en parte se debe a que durante ese mes, los bancos centrales pasaron de compradores netos a vendedores netos por primera vez en año y medio. Vendieron 12,3 toneladas netas durante el mes, continuando la tendencia de este año de un ritmo de acumulación más lento, en comparación con los últimos años. Las compras se concentraron entre los compradores habituales: República Kirguisa (5 t), India (4 t), Turquía (3,9 t), Emiratos Árabes Unidos (2,4 t), Qatar (1,6 t), Mongolia (1,3 t) y Kazajstán (1,3 t). Pero estas compras fueron superadas por el vendedor único en agosto, Uzbekistán, que redujo sus reservas en casi 32t.

*Senior Advisor, The Cedar Portfolio
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