Por Alejandro A. Tagliavini*
A las malas noticias que había señalado en mi última columna, se unen -no necesariamente se suman- las novedades sobre Tesla y la caída del dólar.
El Nasdaq 100 terminó julio por cuarto mes consecutivo con ganancias de algo más del 7% agregando desde el fondo en marzo unos US$ 4 B en valor de mercado. Una serie alcista que le deja rozando máximos históricos y que, para algunos, aleja de momento, cualquier riesgo bajista. El S&P 500 y el Dow Jones subieron cerca de un 5% y un 2% en julio, y, aunque no siguen el ritmo de la tecnología, continúan inflacionados por estímulos monetarios y fiscales.
Ocurrió que cuatro gigantes tecnológicos rindieron cuentas –Apple, Facebook, Amazon y Alphabet (matriz de Google)- cuyos resultados, sumandos superaron los US$ 28.000 M. Los títulos de la fabricante del iPhone tocaron nuevos máximos históricos en alrededor de los US$ 410, su beneficio creció un 12% en la primera mitad del año y anunció un split (desdoblamiento) de sus acciones a partir del 31 de agosto: equivaldrá a cuatro títulos por cada acción.
Facebook, vio sus acciones superar su récord y quedar encima de los US$ 250, debido a que superó las previsiones al ganar US$ 5.180 M en los seis primeros meses de 2020. Amazon avanzó hasta rondar nuevamente sus máximos históricos, rozando los US$ 3.200, después de anunciar que duplicó hasta los US$ 5200 M su beneficio neto semestral. En cambio, la matriz de Google cayó el viernes pese a que cumplió con las expectativas del mercado, registró la primera caída interanual en ingresos de su historia.

Pero señales de que el repunte económico se está estancando podrían dificultar que las acciones ganen más. De hecho, Fitch revisó la perspectiva de su calificación de deuda a negativa desde estable, y citó el continuo deterioro de las finanzas públicas y la ausencia de un plan de consolidación fiscal creíble. Así, otros creemos que existe el riesgo de una corrección en agosto.
Analistas como Michael Kramer, creen que no todo es de color de rosa, porque el tono de algunas empresas ha sido de preocupación. Por ejemplo, la tendencia del desempleo vuelve a ser ascendente.

El 45% de las empresas del S&P 500 ha publicado ya sus resultados, y el 81% ha superado las estimaciones. Pero, estos resultados para el segundo trimestre han disminuido aproximadamente un 44%respecto al segundo trimestre de 2019. Y unas cuantas empresas han señalado que no son tan optimistas en cuanto a la trayectoria de la recuperación económica. Por caso, Unilever (LON:ULVR) (NYSE:UN), espera una recuperación lenta dada la profunda recesión global, y a que cambiaron los hábitos de consumo y algo del estilo ha dicho Boeing (NYSE:NYSE:BA). El Weekly Economic Index muestra una desaceleración de la actividad durante la última semana de julio.

Y además está Tesla Inc. que acaba de cumplir con los requisitos para ser aceptada en el S&P 500, esto es, cuatro trimestres consecutivos de ganancias. Su valor de mercado actualmente es de unos US$ 277.000 M, de modo que sería una de las compañías más grandes en el S&P 500 aunque quedaría en el puesto 17 ya que se miden por cantidad de acciones negociables.
Su posible incorporación -está habilitada pero su entrada efectiva depende de los evaluadores- es un gran evento para los administradores de fondos mutuos indexados y fondos cotizados en bolsa, que gerencian unos US$ 11 B, ya que tendrían que vender alrededor de US$ 35.000 M de acciones del resto de las compañías del índice para obtener los fondos necesarios para comprar acciones de Tesla.
Aunque al mismo tiempo, por aquello de “comprar con el rumor vender con la noticia”, los actuales tenedores de acciones de Tesla podrían decidir que, su entrada descontada en el S&P, al ser confirmada se convierte en oportunidad de venta lo que podría equilibrar a los compradores. De hecho, algunos analistas recuerdan que desde que Tesla reportó sus ganancias, sus acciones han caído 6,6% y que las empresas incluidas en el índice tienen un rendimiento extremadamente bueno en el año anterior.
Por otro lado, el dólar noqueado en principio favorece a los exportadores, materias primas y la energía. En el mercado de divisas en el que se mueven US$ 5 B al día de los cuales en 4 B está involucrado el billete verde, conocer el rumbo del dólar es clave. Las políticas inflacionarias de la Fed han provocado la debilidad del dólar: el dollar index está en mínimos de mayo 2018 y el euro se compra por 1,18 dólares. Goldman Sachs considera que una caída del 10% en el dólar aumenta el beneficio por acción del S&P 500 en alrededor de 3%.
Particularmente las beneficiadas son las exportadoras como las tecnológicas con una exposición del 57% de sus ingresos al mercado internacional, así como el energético, donde el 39% de las ventas llegan del extranjero y las materias primas. En cambio, el sector de consumo masivo, más orientado al mercado interno y con solo el 24% de sus ingresos expuestos al mercado internacional, y de servicios, quedan peor parados.
Así las cosas, aun cuando Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp. registraron las peores pérdidas en una generación dado un exceso global de crudo y las petroleras reducen sus planes de inversión, una recomendación de compra es Chevronque acaba de cerrar la compra de Noble por US$ 13.000 M en acciones.
El índice de materias primas de Bloomberg subió 0,6% el viernes y se están desempeñando muy bien el oro, la plata y el cobre. Es recomendable el sobre todo el oro porque no tiene solo valor industrial, sino que es reserva. De hecho, las materias que dependen de consumos industriales o masivos, como es el caso de la soja, están atados a la economía global que no parece tan prometedora. Hablando de exportaciones argentinas, el siguiente cuadro del destacado economista Roberto Cachanosky es para destacar.

Tan poco alentadoras son las perspectivas globales que el PBI de la Unión Europea tuvo en el segundo trimestre una caída sin precedentes del 11,9%, después de la contracción del 3,2% en los tres primeros meses de 2020. En comparación con el mismo periodo de 2019, la bajada fue del 14,4%.

En Argentina, el presupuesto modificado arroja un déficit primario del 8,3% del PBI y un desequilibrio fiscal total de 11,2%, más de $ 3 B, según Invecq.

La economía ya venía muy mal con un peso del Estado exorbitante y a eso se suma la brutal represión a los mercados -cuarentena- que, entre otras cosas, ha provocado casi 5% del PBI de pérdida de recaudación fiscal y va para peor. Así, en 2020, la asistencia al Tesoro Nacional por parte del BCRA fue por un total de $ 1,47 B. Mientras la deuda se dispara y, hasta ahora, han podido rollear a la local con éxito mientras la externa va camino del desastre, aunque ahora se llegue a un acuerdo porque el problema es que, dado el sistema económico estatista vigente, no se podrá pagar.
Así, sigo insistiendo en que, más allá la fuerte inestabilidad del país y oportunidades puntuales y de excepción, la inversión es de alto riesgo y sin ningún futuro en el mediano plazo. El viernes las ADR cayeron hasta 5,3% (Telecom), el S&P Merval bajó levemente. En el mes, el blue sube un 10%, el MEP 21,60% y el CCL 10,20%. Y como el oficial trepó 3%, la brecha pasó del 43% al 70%.
Unos 4 M de ahorristas usaron el cupo de US$ 200 y en total se llevaron más de US$ 700 M lo que me exime de explicar cuál es la inversión más segura en Argentina. Asustado por esto y por una inflación que promete dispararse, el BCRA incrementó de la tasa para los depósitos minoristas a plazo fijo (hasta 1 M) que será de 33,06% (TNA), equivalente a una tasa mensual de 2,75% y una TEA de 38,47%. No sirve, no alcanza y va a fogonear la inflación.

*Asesor Senior en The Cedar Portfolio y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California
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