Por Alejandro A. Tagliavini*
Esta semana pareciera que renació el optimismo en las bolsas que, en mi opinión, sigue siendo exagerado porque no está tan claro que los gobiernos levantarán fácilmente la represión -con la excusa de “combatir el coronavirus”- sobre los mercados. El S&P 500 alcanzaba los 2971 su nivel más alto desde el 6 de marzo pasado, aunque este jueves bajaba un 0,7% y el Nasdaq 100, aunque también bajaba este jueves, está solo a un 2,5% debajo de su máximo histórico.
Así, parece que ha vuelto el ‘miedo a quedarse fuera’, el famoso FOMO (Fear of Missing Out), por el que muchos inversores, siguiendo la tendencia del mercado, incrementan sus posiciones largas por temor a que, cuando quieran entrar en renta variable, sea ya demasiado tarde.
El 18 de abril escribí una columna (Amazon, Netflix y el clásico argentino: el dólar, la mejor «inversión» ) donde decía que, por la cuarentena forzada se han visto beneficiadas algunas tecnológicas como Amazon (NASDAQ:AMZN), que subía un 29% en lo que iba de 2020. Sus acciones cotizaban a U$S 2377 (1.857 un año antes) un récord para el gigante del comercio electrónico, pero siguieron subiendo un 3% y hoy superan los US$ 2455 a pesar de que el beneficio neto cayó casi 29% hasta los US$ 2.535 M en el primer trimestre.

Hoy tanto Amazon como Facebook (NASDAQ:FB) -dueña de Instagram entre otras y ahora Shop- son dos de las empresas que más valen en bolsa de EE.UU.: la tercera y la quinta, detrás de Apple y Microsoft. Hoy Facebook ve cómo su acción ha repuntado un 4% y se eleva a los US$ 232 desde su máximo anterior de 223 el 29 de enero de este año.

Luego está Netflix (NASDAQ:NFLX) que ha visto aumentar considerablemente sus suscriptores dada la quedada en casa. En lo que va del año sus acciones suben un 36% y no paran, superando los U$S 434, al punto que algunos fijan un precio objetivo hacia fines de año de U$S 490 por acción.

Y luego está la imparable Tesla cuya acción, en lo que va del 2020 casi duplica su valor y hoy cotiza a más de US$ 823.

Ahora, claramente una de las estrellas es el crudo. El 1 de mayo escribí una columna (Los futuros de WTI podrían ser un excelente negocio ), cuando el barril de crudo perdía 80% de su precio en EE.UU. y 70% en Europa, los futuros del WTI llegaron a valer debajo de cero hasta -US$ 40 en el día 20 de abril. Los analistas apuntaban al entorno de los US$ 17 para el futuro del WTI de julio. Con lo cual podría ganarse mucho con el United States Oil Fund, LP (NYSE:USO), el mayor ETF de petróleo del mundo. Hoy los futuros de WTI, que vencen dentro de un mes, cotizan a US$ 33,90 y los del Brent a 36,03.

Los precios del petróleo llevan varias semanas recuperándose y el Brent ha subido un 60% desde los mínimos del año. La IEA lanzó estos días un mensaje optimista indicando que la perspectiva para los mercados globales ha mejorado. Las cifras que ha lanzado la Agencia apuntan a que el consumo global de petróleo será de 91,2 M de barriles diarios, superando los 90,5 M que daba hasta ahora. Así, se terminaría con la situación de sobreproducción, ya que la producción global ha caído este mes hasta 88 M de barriles diarios, el nivel más bajo de los últimos 9 años.
Caída debido a los recortes de producción de la OPEP y Rusia y a que, en países como EE.UU., las empresas del sector se ven obligadas a cerrar el grifo por los bajos precios del barril.
Sin embargo, es importante recordar que si bien el petróleo rondando los US$ 35 por barril es mejor que a US$ 10 o 20, y este cambio parece significativo en un gráfico, la realidad es que los precios por debajo de US$ 50 son insostenibles para la mayoría de los productores de petróleo de esquisto de EE.UU. y los precios por debajo de US$ 40 son problemáticos para Rusia, el segundo mayor productor global.

Gráfico semanal: Futuros Crudo WTI
A medida que los vencimientos de los contratos de futuro son cada vez más lejanos, el precio del petróleo es más elevado. Los de Brent -el de referencia en Argentina- llega a los US$ 44,4 por barril en el caso del futuro que vence en diciembre de 2023.
Con lo que luce desfasada la realidad argentina, ya que el Gobierno estableció que el precio para la compraventa local del petróleo será de US$ 45 por barril, y prohibió la importación cuando haya crudo disponible en el mercado interno. Este “barril criollo” estará vigente hasta el 31 de diciembre y quedará desactivado cuando el valor del precio internacional supere los US$ 45 durante 10 días consecutivos lo que, según los futuros no ocurrirá por lo menos hasta 2024.
Y, como toda injerencia coactiva lo que logrará es distorsionar todo, ya que los precios en un mercado sano sirven para dirigir el consumo y las inversiones. Y el mercado es imprevisible, por eso cuando un burócrata lo interfiere de manera coactiva, seguro que yerra. Para empezar, perjudicará al de siempre, al ciudadano de a pie que tendrá que soportar un precio exagerado.
*Asesor Senior en The Cedar Portfolio y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California
@alextagliavini
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