Por Alejandro A. Tagliavini*

 

Economía insiste en que este viernes no se moverá de la propuesta que solo el 24% de los bonistas con títulos ley Nueva York (NYC) están dispuestos a aceptar, con lo que la reestructuración resultaría un fracaso rotundo, echando presión sobre el dólar o, mejor dicho, sobre el peso ya que no creo que al verde de Washington le importe mucho el tema. Habrá que esperar al 22 de mayo cuando se cumplirían 30 días del no pago de bonos nacionales y entonces se iniciarían los juicios en NYC.

Para aumentar el dramatismo, este lunes será declarada en default la provincia de Buenos Aires, por no haber pagado hace treinta días dos cupones de Bonos Par. Y, un día después de haber incumplido el gobierno argentino con un pago por US$ 2.100 M con el Club de Paris, el FMI advirtió que si defaultea las restricciones para el futuro serán importantes. Tan fuerte es la presión que algunos bonistas apuestan a que habrá una mejora en la oferta y, en consecuencia, el riesgo país cedía.

Los dólares MEP y CCL se dirigían a la baja por estar bajo un control casi total, pero, precisamente como contrapartida, el blue promete escalar hasta el cielo. Entretanto los bancos siguieron pagando 26,6% anual por los plazos fijos. Y hay un desarme en todos lados porque los inversores temen que valúen los papeles dolarizados de los FCI a valor del dólar oficial.

Y el BCRA sigue emitiendo a niveles muy acelerados, con giros récord al Tesoro, y pérdida de reservas que, en cuatro meses, ya superan los US$ 2.000 M y se agrava. En la que debería ser temporada alta de liquidación, el agro liquidó en abril US$ 1500 M, casi un 18% menos que el año pasado y debajo de su promedio histórico de US$ 1900. En gran parte debido a que muchos especulan ya que la brecha cambiaria llega al 150% en algunos casos.

En momentos en que el BCRA debería estar acumulando reservas, pierde. Con los datos al 4 de mayo, tiene US$ 43.575 M de reservas. En la última quincena perdió US$ 311 M, pero este es el resultado neto, ya que se vendieron más de US$ 600 M, lo que implica una pérdida de casi el 70% de lo que había comprado en lo que va del 2020.

Observando hacia donde fluyen esos dólares se ven pagos de deudas y financiamiento comercial, junto con pago de importaciones de bienes. Por esto es que la autoridad monetaria terminó imponiendo mayores controles al cepo.

Así las cosas, la presión seguirá en aumento sobre el blue o sus alternativas más abiertas como el bitcoin (BTC) que, a la espera del “halving” -que se da cada cuatro años y en pocos días ocurrirá el tercero en su historia- ya supera los US$ 9800, lo que significa una suba del 113% desde el 16 de marzo.

Otra alternativa que está surgiendo con fuerza es el “dólar digital” -o stablecoins, divisas virtuales atadas a un activo real- como el DAI, un “blue legal”, que se puede comprar en la web por hasta $200.000 por operación, que es lo máximo autorizado por la UIF.

Los exchanges –las casas de cambio virtuales– se han multiplicado exponencialmente y las operaciones que llegaban a unos $ 5 M diarios antes de la cuarentena, ahora superan los $ 21 M. La popularidad del BTC está siendo alcanzada por el DAI que se caracteriza por mantener una paridad fija 1 a 1 con el billete estadounidense y cuya cotización, al ser un mercado -todavía- libre subió al ritmo de las variantes del dólar -CCL, MEP y blue- y hoy supera los $120 en promedio.

En general, en los exchanges los fondos se pueden convertir al instante entre monedas digitales -BTC, DAI y otras- y pesos. Los saldos que queden en pesos se pueden enviar a cuentas bancarias o de Fintech. Un contrato inteligente -sobre la blockchain de Ethereum- es el que «gobierna» la emisión de la DAI sin la necesidad de un «banco central» y sus regulaciones represivas, con lo cual el universo de posibilidades es infinito. El Tether, otro “dólar digital”, en cambio, es manejado una empresa.

Así, el DAI -igual que otras monedas digitales- promueven lo que se conoce como DEFI -Finanzas Descentralizadas, traducido al castellano-, como el Savings Rate (DSR), una especie de caja de ahorros remunerada, y hasta podría ofrecer la posibilidad de que los mismos usuarios ofrezcan préstamos a tasas pre acordadas. Y, por cierto, se va en camino del uso de las monedas digitales como medios de cobro y pago aceptados en comercios a través de códigos QR, usando una app al estilo de la que usa Mercado Pago.

 

*Asesor Senior en The Cedar Portfolio  y miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California

@alextagliavini

www.alejandrotagliavini.com

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