Por Alejandro A. Tagliavini*

 

La crisis desatada por la represión de los mercados por parte de los gobiernos, con la idea de parar el coronavirus, ha destruido en EE.UU. más de 22 M de empleos en cuatro semanas (5.25 M en la última y 16.75 M en las tres anteriores) sobrepasando los empleos creados desde que se inició la recuperación del mercado laboral a principios de 2010. Así lo confirma el último dato de solicitudes de subsidio por desempleo.

Los más pesimistas estiman que la economía podría caer 13% anual en 2020 (Deutsche Bank), otros 7% (ING) y los más optimistas 4.8% (ABN Amro). Algunos estiman que el desempleo podría alcanzar el 32% (52.81 M de personas) en algún momento del segundo trimestre del año, el porcentaje más alto conocido en la historia de la primera potencia.

Por cierto, la flexibilidad del mercado laboral de EE.UU. permite a las empresas ajustar sus costos de forma rápida para evitar una quiebra, y luego, al recuperarse, no temer contratar nuevos empleados, lo que permitiría una rápida recuperación que se daría en la medida y con la rapidez con que se levanten las medidas restrictivas implementadas por los gobiernos.

En fin, mientras la recesión mundial tira los commodities al piso -por caso, el consumo global de crudo tendría una caída histórica del 6.8 % respecto de 2019, según la OPEP- la renta fija es segura, sobre todo la soberana de EE.UU., pero rinde poco y, con tanto efectivo suelto gracias a las inyecciones astronómicas de los bancos centrales, muchos inversores miran a las bolsas con la esperanza de que la represión a los mercados acabe pronto.

Por la cuarentena forzada se han visto beneficiadas algunas tecnológicas como Amazon (NASDAQ:AMZN), tras potenciarse el comercio electrónico al que los consumidores acuden para comprar productos y encargar alimentos a través de servicios como Amazon Fresh. Además, también se espera que mejore el negocio de computación en la nube de Amazon Web Services visto que la cuarentena está obligando al teletrabajo.

Esta semana, Amazon anunciaba que planea contratar a 75.000 trabajadores más para satisfacer la creciente demanda, tras cubrir los 100.000 puestos temporales y a tiempo completo que había anunciado el mes pasado. Mientras que el S&P 500 en lo que va de 2020 todavía sigue en territorio negativo -un 10% abajo- Amazon ha subido casi un 29% en el mismo período, siendo uno de los 10 mayores ganadores porcentuales dentro del S&P y elevando su capitalización encima de US$ 1 B.

Las acciones no paraban de subir este jueves más de 3% superando los US$ 2377, un récord para el gigante del comercio electrónico. Ahora, la duda es si, cuando acabe el confinamiento forzado y la gente pueda volver a la calle y empobrecida por la crisis, se mantendrá este nivel de comercio electrónico o la empresa quedará sobre dimensionada.

Luego está Netflix (NASDAQ:NFLX) que, dada la quedada en casa, ha visto aumentar considerablemente los suscriptores. En lo que va del año sus acciones suben un 36% y no paran, superando los US$ 435, al punto que algunos fijan un precio objetivo hacia fines de año de US$ 490 por acción. Claro que también queda la duda de cuántos suscriptores se perderán una vez que la gente pueda salir a la calle y empobrecida por la crisis.

En tanto en Argentina, «la base monetaria ya creció $ 800.000 M desde feb´20, lo que implica un salto de casi el 50%», asegura Delphos Investment que indicó que si el financiamiento es exclusivamente con emisión de pesos y alcanza entre $ 2 y $ 3 B, la movida recién comienza. Y podría ser peor, dada la brutal caída en la recaudación y el aumento del gasto.

Los efectos de la astronómica emisión empiezan a verse. Según el Indec, la inflación minorista de marzo se aceleró a 3.3%, desde el 2% de febrero. Claro que su director explicó que al IPC «lo hacemos con relevamiento de campo. Pero con la cuarentena… pasamos a relevamientos por vía telefónica y online. Claramente hay una diferencia». Debe ser una buena diferencia, porque si hubieran hablado por teléfono con mi abuela les habría dicho que en el súper el aumento fue muy superior.

Muchos recuerdan cuando el inefable Lorenzo Sigaut aseguró que “el que apuesta al dólar pierde”. Pues sabiendo que cuando los políticos y burócratas dicen una cosa sale la inversa, “tranquiliza” que el presidente del BCRA remarcó que «el dólar está tranquilo, no hay ningún reclamo de que el dólar esté retrasado, y lo que pasó con el contado con liquidación es una maniobra especulativa».

Y que estudiaran, durante la habitual reunión de cada jueves del directorio del BCRA, medidas para “evitar operaciones especulativas en el mercado cambio mediante los dólares financieros”, tras la disparada del contado con liquidación y el MEP. Es que todos sabemos que la represión del mercado solo trae más presión y el posterior estallido. Así la bolsa bajaba junto con el MEP y el contado con liqui, escapándose al blue.

O sea, claramente, con la emisión disparada y estas advertencias, no queda otra “inversión” que el dólar informal que promete ser un verdadero satélite al espacio que recién empieza y ya sube un 20% (o, mejor dicho, el peso baja) desde que empezó la cuarentena obligatoria.

*Senior Advisor, The Cedar Portfolio

@alextagliavini

www.alejandrotagliavini.com

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